El objetivo de REACH (en vigor desde el 1 de junio de 2007) es mejorar la protección de la salud humana y del medio ambiente, mediante una identificación más precisa y temprana de las propiedades intrínsecas de las sustancias químicas y el conocimiento de sus usos.

La legislación anterior marcaba la distinción entre “sustancias existentes”, es decir, todas las sustancias y preparados químicos presentes en el mercado desde septiembre de 1981, y las “sustancias nuevas”, es decir, aquéllas introducidas en el mercado a partir de esa fecha. Las sustancias existentes no estaban sujetas a los mismos requisitos de información que las sustancias nuevas. En consecuencia, en la actualidad hay una escasez generalizada de información disponible al público sobre las propiedades de estas sustancias existentes, a pesar de que representan más del 99% del volumen total de todas las sustancias presentes en el mercado. Asimismo, tampoco se exigía a los usuarios intermedios que aportaran información sobre los usos. Por lo tanto, también falta información sobre la exposición.

El 1 de junio de 2008 (para entonces las disposiciones de REACH se habrán ido introduciendo gradualmente a lo largo de un periodo de 11 años), los fabricantes e importadores habrán presentado a la Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos un expediente con información sobre las propiedades intrínsecas y los usos para cada sustancia supeditada a registro. Nótese que este proceso se llevará a cabo para limitar los ensayos, especialmente los efectuados en animales vertebrados. Los mecanismos específicos, tales como la puesta en común de datos entre los solicitantes de registro y el mayor recurso a los métodos sin ensayos, han sido introducidos por REACH.